Entradas

"El caracol en la pendiente" de Arkadi y Boris Strugatski

Imagen
Dice la contraportada: ... Fue dividida en dos líneas narrativas: la Administración y el Bosque. El protagonista de la primera, el lingüista Perets, sueña desde la infancia con el Bosque. Trabaja en la Administración de Asuntos del Bosque, aunque no lo permiten entrar en él. También quiere abandonar la Administración, y tampoco se lo permiten. Ante tal situación, no le queda sino observar abismado desde la altura de un precipicio cómo transcurre esa extraña vida en el lugar de sus sueños. Allí dictan órdenes disparatadas, hacen cálculos con máquinas estropeadas y obedecen a un director al que solo oyen por teléfono. El protagonista de la segunda línea narrativa, Kandid, fue investigador del Bosque hasta que sufrió un accidente y perdió la memoria. Socorrido y curado por los habitantes autóctonos, recuerda fragmentos de su pasado e intenta reresar con los hombres, pero acabará simpatizando con unos seres aparentemente condenados a la desaparición. Pues, por una vez en la vida, la sinops

"El hombre sin nombre" de Laird Barron

Imagen
  Laird Barron es un autor poco conocido en España. Aparte de esta novela, una “novelette”, en realidad, que yo sepa, sólo tiene publicada la novela “El rito”, que recibió reseñas tanto positivas como negativas, a partes iguales. No parece un autor que se prodigue mucho y parece hacerlo más en los relatos que en las novelas, la mayoría de las cuales parecen adscritas al género negro. Sus relatos, sin embargo, parecen apuntar hacia el horror cósmico y haberle convertido en un autor de culto. Debo confesar que nada de eso me llamó la atención la primera vez que leí hablar de él. Lo que me impactó fue su foto, en la que luce un pedazo parche sobre un ojo que le da aspecto de tremendo aspecto de bucanero o director de Shield. “El hombre sin nombre” no tiene nada que ver con el personaje de Clint Eastwood en las películas de Sergio Leone. Subtitulado como “a Nanashi novell”. El protagonista, al que llaman Nanashi, es un antiguo alcohólico, de pasado misterioso, al que un clan yakuza decid

"La ciudad y las estrellas" de Arthur C. Clarke

Imagen
En un futuro, muy, muy, pero que muy lejano, entre las arenas del desierto en el que se ha convertido la Tierra, el último bastión de la humanidad es la ciudad de Diaspar. Según cuentan las leyendas, hace millones de años, los humanos se refugiaron en Diaspar, huyendo de unos misteriosos invasores que habían asolado su imperio estelar. La vida en Diaspar es apacible y sosegada, no hay hambre ni enfermedad ni, aparentemente, la muerte. Todas las necesidades de sus habitantes están cubiertas por las máquinas que los sirven, capaces de materializar en un instante cualquier objeto que necesiten, incluso a los propios ciudadanos, que cuando el peso de sus existencias inmortales se hace insoportable, seleccionan los recuerdos que desean conservar y son almacenados por un tiempo aleatoria en los circuitos de la ciudad, para renacer luego, completamente adultos, pero con mentalidad infantil, hasta que, en el curso de unos pocos años, recuperan sus recuerdos. En este contexto nace Alvin, un úni

"Rouletabille en el palacio del zar" de Gaston Leroux

Imagen
Al final de “El perfume de la dama de negro” la presencia de Rouletabille era requerida, nada mas y nada menos, que por el zar de todas las rusias. No era este requerimiento, si no una amenaza de muerte de los revolucionarios nihilistas lo que le decidía a emprender viaje. Su misión consiste en proteger al general Trebasof de los atentados que está sufriendo, que no parecen posibles sin la colaboración de algún miembro de su círculo más interno. Las sospechas se centran en su propia hija, Natasha. Una vez más el reportero adolescente se enfrenta un enigma que aparenta irresoluble: encontrar el camino que siguen el veneno y los explosivos para entrar a su vivienda. Y, una vez más, tenemos planos y croquis de las distintas plantas, aunque esta vez las referencias a ellos son más contenidas y menos frecuentes. Incluso Gaston Leroux se saca un par de conejos del sombrero, un agujero en una puerta que sirve para descorrer un pasador del que el narrador olvida informar previamente, que traic

"El grimorio de los cuatro impostores" de Coy Hall

Imagen
Curiosa y breve antología de relatos de terror ambientados alrededor del siglo XVII, con una leve, en mi opinión, muy leve, relación entre ellos. Hay un apellido que se repite (al principio pensé que era el mismo personaje) , una unidad temática y unas referencias a un misterioso volumen, el grimorio de los cuatro impostores que da título al libro. De hecho, se supone que el libro es “El grimorio de los cuatro impostores”, que se compone de cuatro relatos que cambian según quién lo lea, o según la época en que se lean, idea de lo más curiosa, pero poco relevante. A fin de cuentas, una excusa. La unidad temática sería la creación de simulacros de vida, seres que parecen humanos pero no son humanos, poder que supuestamente otorga el estudio del grimorio. Aunque no con hechos concretos ni personajes reales, Coy Hall entrecruza sus historias con acontecimientos históricos, de modo que los autómatas que cobran vida, los sacrificios humanos, los parásitos que se apoderan del cerebro de sus h

"Flux Rabiata" de Alberto Moreno

Imagen
Hace ya casi siete años que reseñé el número 10 de la colección Soyuz de ediciones El transbordador aquí . En este tiempo, Alberto Moreno ha convertido aquel relato en el comienzo de la que quizá sea su novela más ambiciosa hasta la fecha. Después de una larga travesía por el desierto editorial, finalmente se ha decidido a autopublicarla en Amazon. Es del todo imposible aventurar el menor detalle de “Flux Rabiata” sin adentrarse en el peligroso campo de minas de los spoilers. Sólo diré, para aquellos que leyeron “Profundo”, que, tras su demoledor final, cambiamos de perspectiva, para conocer el mundo del que proceden los misteriosos visitantes de aquella historia. Como curiosidad, añadiré que ni una sola de las hipótesis que han cruzado por mi cerebro durante estos años ha dado en el clavo y que me mantengo coherente en mis gustos lectores. Al releer esa reseña he descubierto que me quejaba de no haber entendido bien cierta descripción, la misma que pensaba poner como ejemplo de que, a

"La caída del Leviatán" de James S A Corey

Imagen
Antes de nada, voy a plantear una pregunta al hipotético lector de este post. Si ya te has leído los ocho libros previos de la saga “The Expanse”, ¿realmente te importa lo que pueda escribir yo? ¡Te lo vas a leer igual! Todas las cosas buenas llegan a su fin. Durante casi una década, la reunión anual con la tripulación de la “Rocinante” ha sido una cita ineludible. En “La caída del Leviatán”, este largo periplo llega a su fin. Con sus altos y bajos, ha sido un trayecto interesante y, como poco, entretenido. Es divertido pensar si esta saga marcará a las generaciones futuras tanto como en su día sagas como la de los dragones de Pern, el exilio en el plioceno o el mundo del río marcaron mi adolescencia. Probablemente, mucho más, porque el apoyo de una serie de televisión hubiera amplificado su impacto. Y también es divertido pensar si mi visión de “The expanse” hubiera sido tan benevolente como mi recuerdo de aquellas, si hubiera leído los libros con la misma edad. Estaría bien tener el